A travÚs del constante fluir del tiempo, la Historia se desliza con pasos furtivos, entretejiendo las distintas Úpocas cronol¾gicas, que se suceden en la novela en capÝtulos independientes, construyendo una espiral con ellas, cuyo eje de referencia lo incia la autora cuando de ni±a, vio en los campos de Valdemora un lobo albino.

En la curva que va describiendo la espiral, se va tejiendo una urdimbre semejante a una gran tela de ara±a, cuyo hilo invisible conduce la acci¾n hist¾rica por los caminos de la civilizaci¾n occidental, vinculando mßs de 4000 a±os (Egipto-Grecia-Edad Media-Siglo XIX) con la Úpoca actual. Desde la intrahistoria personal de la autora, se va trasmitiendo la idea de ensamblar la conexi¾n templarios-MarÝa Magdalena-Cosmos, a travÚs de escenas y tradiciones del sur leonÚs, con la rotaci¾n del Universo, los movimientos de las estrellas y los caminos que recorren Ústas, dibujando constelaciones en los tejados de las estrellas.