La Regenta no es una novela, es una mentira. Una mentira urdida por una organizaci¾n secreta que intenta encubrir cualquier suceso paranormal y que emple¾ a su agente y escritor a sueldo Leopoldo Alas, nombre en clave ?ClarÝn?, para no dejar rastro alguno de lo que en realidad sucedi¾ en Vetusta en el oto±o de 1882.

Ahora, gracias a la filtraci¾n de este documento, por fin podemos saber la verdad escondida tras aquella novela propagandÝstica: que Drßcula visit¾ Vetusta y La Regenta era la ·nica agente secreta que podÝa poner fin a su orgÝa de sangre.

En esta novela no vas a encontrar ·nicamente el enfrentamiento fÝsico entre los dos clßsicos literarios sino, tambiÚn, el aleg¾rico entre dos formas de entender la literatura. +Podrß la honorable y siempre tradicional Vetusta permanecer impasible cuando vea a Drßcula profanar sus principios mßs sagrados?